Energías limpias con tratos sucios en Yucatán
“En lo que no estamos de acuerdo es con los mecanismos y las trampas con las que empresas obtuvieron los permisos para construir parques fotovoltaicos”, señalan ejidatarios.
Representantes de 25 comunidades de la zona maya de Yucatán que agrupa a más de 600 habitantes de varios municipios cerraron filas contra la construcción de parques fotovoltaicos que las empresas SunPower, Vega Solar y Lightening PV Park, pretenden instalar desmontando para ello más de 2 mil 500 hectáreas de selva baja original de la Península en distintos ejidos.
Tras la Reforma Energética de 2013, la Secretaría de Energía (Sener) realizó 4 subastas de largo plazo, las cuales han derivado en 56 megaproyectos de energía renovable, 9 de ellos en Yucatán, de estos los proyectos ‘Ticul A y B’ (Vega Solar 1 y 2, entre los más extensos) ubicados en Muna, Yucatán a los que se oponen los indígenas mayas.
Agrupados en la Asamblea de Defensores del Territorio Maya “Múuch Xíínbal” y del Centro Cultural y de Derechos Humanos “Casa Colibrí”, los representantes de los pueblos mayas exigieron a las autoridades federales y estatales poner un alto a la devastación de la selva para revisar “con lupa” los permisos de impacto ambiental, los contratos y toda la documentación burocrática que supuestamente obtuvieron las empresas generadoras de energías alternativas.
Artimañas para obtener energías limpias
Los representantes ejidales Pedro Uc Be y Gregorio Hau Caamal, de Valladolid; Severiano Gutiérrez Celis de Sinanché; María Jesús Euan Barbosa y José Aurelio de San José Muna, así como Antonio Trinidad Cisneros Correa de Ixil, dijeron no oponerse al desarrollo de las comunidades ni a la generación de nuevas formas de energías, “en lo que no estamos de acuerdo es con los mecanismos y las trampas con las que estas empresas obtuvieron los permisos”.
Denunciaron que no se realizaron las consultas indígenas, así como tampoco fueron leídos en su lengua materna, los pros y contras de estos mecanismos “mucha información fue ocultada”, dijeron.
Además, los convenios para la explotación de los terrenos ejidales, fueron tramitados inicialmente para sembrar limón, stevia y diversas variedades de flores, “jamás se nos dijo que se iban a instalar parques fotovoltaicos y mucho menos que sería derribada la selva donde habitan diversas especies de fauna entre estas el venado, el jaguar y millares de abejas melíferas”, explicó Pedro Uc Be.
“A los ejidos llegaron Ignacio Salomón y Alejandro Scoffié Gamboa, quienes hicieron los convenios con los ejidatarios para usar las tierras para diversos cultivos, pero luego se supo que estos dos individuos eran coyotes de las compañías fotovoltaicas y que el fin en el uso de las tierras no eran agrícolas sino para la generación de energías”, agregó el integrante de “Múuch Xíínbal”.
“Es hasta un contrasentido el que vayan a producir energías limpias echando abajo la selva que ancestralmente ha sido utilizada por los mayas para su supervivencia, como es el caso de la producción de miel de los apiarios que se encuentran en el interior de la zona motivo de la disputa”, dijo Uc Be.
Las energías verdes o energías limpias son aquellas formas de obtención de energía que producen un mínimo o nulo impacto ecológico en el medio ambiente, durante sus procesos de extracción y generación. Es decir, se trata de energías ecológicas o eco-amigables.
Descubren cenote sagrado
Previo al litigio surgido entre indígenas mayas y las empresas transnacionales por el uso de la tierra ejidal, apenas en diciembre de 2018 fue dado a conocer por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el hallazgo de un cenote sagrado denominado 'Múusench'een', el cual se sitúa en medio de los sitios arqueológicos de Ebtún y Cuncunul, que data de unos 2 mil 300 años.
Luego de varios meses de trabajos, los investigadores a cargo de Víctor Castillos Borges encontraron el asentamiento maya cuya estructura consta de tres edificios: dos a los lados y uno sobre una cueva.
Dentro de la cueva (al lado de un cenote) se encontraron cinco entierros con restos cerámicos que se cree pertenecieron a personajes importantes de la comunidad y donde los sacerdotes mayas solían obtener agua virgen del lugar para realizar sus rituales y ceremonias.
Pese a la importancia del hallazgo, la información relacionada al mismo no se incluyó en la Manifestación de Impacto Ambiental, donde solo se menciona vagamente la existencia de una “oquedad”.
Tampoco fue citada la existencia del cenote 'Múusench'een', en la Evaluación de Impacto Social del proyecto, ni fue mencionado en los dos procesos de supuesta “consulta” que se llevaron a cabo en Ebtún y Cuncunul. Estas omisiones, además de ignorar la idiosincracia local, ponen en grave peligro el patrimonio histórico, cultural y espiritual de los pueblos de Ebtún y Cuncunul.
Removerán vegetación
En el proyecto oficial de la empresa Vega Solar admite que “en algunas zonas del proyecto, en conformidad con lo acordado con la comunidad, se realizará un cambio de uso de suelo. De ser una zona de agricultura y vegetación, ahora servirá para generar electricidad a partir de una fuente renovable, la energía solar.
En algunas áreas del proyecto, se removerá parte de la vegetación, contando con un programa integral de “reubicación y rescate” de la flora y fauna, asegura la empresa generadora de energía, pero no especifican la superficie ni los mecanismos para reubicar a especies selváticas.