La “consulta pública” en Buctzotz, ni consulta ni pública
Una escena de la llamada consulta pública en Buctzotz, el miércoles pasado
Buctzotz, Yucatán, 8 de junio.– De acuerdo con la convocatoria emitida por la Semarnat para llevar a cabo una Consulta Pública en torno a la implementación del parque eólico Kabil en algunos predios ganaderos ubicados en el municipio de Buctzotz, los representantes de la empresa y funcionarios del gobierno se presentaron para informar al público los detalles que guarda la manifestación del impacto ambiental, el miercoles 6 de junio pasado en el lugar que ocupa la Asociación Ganadera Local especializada en ganado bovino.
El formato de dicha consulta, en tres momentos, consistió en una exposición de los representantes de la empresa y los consultores que se encargaron de realizar los estudios de dicho impacto ambiental. Fue sorprendente la buena noticia que trajeron, son en realidad evangélicas; escuchamos durante casi dos horas cómo nuestras vidas se van a transformar para bien. Por ejemplo, los empleos temporales que va a generar la empresa Discovery Management, SAPI de CV, serán mejor pagados al salario mínimo, tendremos un planeta sin contaminación, veremos la integración de unos aerogeneradores de 120 metros de altura y aspas de 60 metros entre las alegres vacas pastando y los exitosos campesinos que obtendrán maravillosa cosecha a la sombra de estas inocuas máquinas; es como construir un espacio donde la tierra fluye leche y miel como aquella tierra prometida. Los pájaros volarán alegres en torno a los aerogeneradores y en caso de no hallar árboles podrán anidar en los postes, sus cantos se potenciarán en el sonido que emitirá cada vuelta de las aspas; las abejas convertirán el aceite de las máquinas en la miel que tomaban de las flores del ts’its’ilche’; algo así veremos cuando el parque empiece a funcionar.
Durante todo este tiempo nadie tuvo derecho de hablar ni preguntar más que los dueños del proyecto y sus mercenarios elogiados por el presidente municipal con un español lleno de trompicones que acusa el nivel cultural del primer edil del municipio, quien dijo estar contento porque “aquí están mis regidores”.
El segundo momento de la “consulta” fue para contestar preguntas previamente escritas en unas hojas tamaño media carta que se le entregó al público en el momento de inscribirse; solo se puede preguntar de esa manera, salvo si la persona no sabe leer y escribir. Las respuestas que ofrecieron los dueños de la palabra son definitivas, son inatacables, son verdaderas y precisas. Los únicos valientes, siguiendo su vocación de rebeldía a pesar de su condición de presos “políticos”, fueron los toros que descargaban los comerciantes en los corrales a la par del evento, ellos mugieron en vez de aplaudir después de cada exposición, quizá porque no cobraron para ese acto como el numeroso séquito de la empresa; es más, los toros hasta jugaban a aparearse entre sí, como reivindicando la naturaleza en contra de una hipocresía educada en un evento de consulta.
Algunas preguntas que hice son las siguientes: ¿Cuánto tiempo le dedicaron a la investigación de las aves de la región que pueden ser amenazadas por los aerogeneradores, principalmente murciélagos? ¿Cómo garantiza que la fauna no se afecte, si el trabajo del consultor fue pagado por la misma empresa que busca obviar la falta de impactos? ¿La vigilancia y supervisión de la construcción del proyecto garantiza la mitigación del impacto ambiental cuando no existe una auditoría social al respecto?
¿Por qué no se hizo una traducción simultánea a la lengua maya a esta información que se dio con una alta velocidad en un lenguaje técnico? ¿Cómo podemos estar seguros de que los resultados de la consultoría técnica son confiables, si el consultor es empleado de la empresa, si tampoco conocemos cómo se hizo ese estudio? ¿Por qué la convocatoria se limita a publicarse en la Gaceta y en el diario Milenio si ninguno de estos medios llega a la población? ¿Por qué no se puso en lugares públicos y escrito en lengua maya? ¿Cómo se garantiza la calidad del aerogenerador para que no sea un tiradero de aceite?
¿Si esta consulta pública no permite dar respuestas, no es una contradicción? ¿Cómo va a afectar la fluidez del agua la cimentación de los enormes aerogeneradores si a siete metros de profundidad tenemos el manto freático? ¿Cómo el aerogenerador va a soportar el embate de un huracán si está cimentado a sólo cinco metros de profundidad? ¿Cuál es la empresa proveedora de los aerogeneradores? ¿Disminuirá el pago de corriente de las poblaciones en las que funcionará el parque eólico?
El tercer momento fue para la exposición de los que previamente se inscribieron para esa participación. Es interesante que los cinco expositores coincidieran en las bondades del proyecto: el primero es el dueño de la tierra quien dijo que trata de asegurar un ingreso económico para los días de su vejez y considera que la empresa hará una derrama económica en el municipio. El siguiente en hablar fue el ingeniero que se va a encargar de la obra, después de presumir su rol como presidente del Colegio de Ingenieros afirmó que los seres muertos dejan de pertenecer a la naturaleza, los últimos exaltaron los “beneficios” que trae una empresa de esta naturaleza y ellos tienen interés en formar parte de este proyecto debido a que son desempleados que están saliendo de la universidad.
Así se dio por terminado este evento denominado Consulta Pública, su traductor de lujo a la lengua maya estuvo durante todo el evento de espectador; el moderador argumentó que debido a que esta actividad es una consulta pública y no indígena, la ley no los obliga a usar la lengua maya en este caso.
Como es de notarse, esta Consulta Pública ni es pública y menos consulta.– Pedro Uc.
Este artículo fue publicado por Mayapolitikon, Infolliteras y Regeneración